La entrada de esta semana, es una técnica que puede que conozcáis, es de las que más se suelen usar, por lo divertidas que resultan a los niños y lo relajante que es... ¡la alfombra mágica!
Para realizar esta actividad, en nuestro aula o el de psicomotricidad, debemos poner una manta en el suelo y decirle al niño que se tumbe sobre ella.
Debemos explicarle que está encima de una alfombra mágica, que puede volar, les diremos que se la imaginen, cómo es, que color tiene, si es grande, si es bonita. Debemos observar si el cuerpo del niño está tenso o relajado a través de señales.
Le decimos que cuando sienta su cuerpo tenso la alfombra va más despacio, cuándo consigue eliminar esa tensión, al sentirse más ligero, la alfombra corre más.
La intención del niño será destensar los músculos para aumentar la velocidad de la alfombra, para ser conscientes de los propios músculos.
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